Montanier, Elustondo y el trencilla, sospechosos habituales


Muchos salimos ayer de Anoeta con la sensación de que ese partido ya lo habíamos visto, como si de un ‘deja vu’ se tratase. La Real se dejó tres puntos que le hubieran dado parte de la tranquilidad que tanto ansía, y parece empeñada en sufrir en los partidos que restan para terminar la temporada.

Para empezar Montanier ya se ha quitado la careta. El mismo entrenador que dio innumerables oportunidades a Mariga esperando un milagro no confía en Pardo, por muy bien que lo haya hecho el canterano cuando ha jugado. Me decía anoche Mikel Madinabeitia (@jefoce) que los técnicos de Zubieta han decidido que el riojano se forme a fuego lento y no quieren quemarlo. El problema radica en que Pardo ya ha demostrado de lo que es capaz y con él en el campo la Real juega a otra cosa. Es de esos jugadores que hacen mejores a los que tiene alrededor. Zuru y Aranburu son dos conductores, difícilmente veremos salir de sus pies un preciso cambio de banda o un pase que elimine dos líneas de presión y deje solo a un compañero. Pardo ya ha hecho eso y todo Anoeta lo ha visto, pero ese día Montanier tenía que estar mirando al palco o no quiso darse cuenta. Nadie es capaz de dar una explicación razonada de las numerosas suplencias de Pardo desde el punto de vista futbolístico.

Con el riojano la Real tiene el balón y muchos más recursos futbolísticos. Puede ser más frágil que sus compañeros, pero es mejor futbolista que Markel o Elustondo de aquí a Roma, de ahí que el público esté deseando ver juntos a Illarra y a Pardo, los mejores peloteros del centro del campo. Ante un equipo cerrado atrás como el Levante es mucho mejor que corra el balón de lado a lado a que lo hagan los jugadores trasladándolo.

Puede que Pardo no haya brillado todo lo que se esperaba de él en el Sanse, pero en el Europeo sub19 del pasado verano fue el mejor. Su actuación fue soberbia, rodeado de grandes futbolistas. Me refiero a que para él puede resultar más sencillo destacar en Primera con buenos jugadores que en Segunda B.

El de Rincón de Soto pudo ser titular anoche al lado de Elustondo, que volvió a ser titular por delante de la defensa. El de Beasain no cuajó una buena actuación, estuvo impreciso en los pases y cometió un error de novato dejando a su equipo con 10 nada más comenzar la segunda parte. Se complicó la vida cuando tres rivales le presionaban y al tratar de recuperar el balón hizo una entrada innecesaria. Que jugadores que cumplen su primera temporada en el primer equipo hagan fallos semejantes pase, pero que lo haga un tipo que lleva 5 años en la primera plantilla y que ya fue expulsado hace unos meses en una acción similar no hay por donde cogerlo.

Manía persecutoria
Últimamente en la Liga se habla más de los arbitrajes que del propio fútbol. Los grandes se quejan porque los arbitrajes les perjudican (juas juas juas). Me gustaría invitar a quien diga semejante falacia a ver un partido de la Real, el que quieran, y que luego se atrevan a decir que a su equipo le perjudican. ¿Ya no se acuerdan del partido del Madrid en Vallecas o en el Villamarín? (Los codazos de Ramos deben ser parte del juego) ¿No benefició el colegiado al Barça en el Calderón? A la Real no le ha favorecido un solo arbitraje en toda la temporada, ni uno.

Para más inri, ayer Álvarez Izquierdo decretó un penalti en el área de la Real que sólo vio él. Iñigo Martínez ganó la posición y el jugador levantinista chocó con él. Para el trencilla penalti, pero luego vemos jugadas así con Pepe como protagonista y nunca pasa nada. La última lesión de hombro de Alexis Sánchez se produjo por una carga del portugués bastante más grave que la que vimos ayer, pero el trencilla de turno no pitó la pena máxima. En el área de la Real siempre es penalti. ¿Por qué? Porque es mucho más sencillo pitar en Anoeta y la Real es el único equipo que después de recibir un golpe pone la otra mejilla. Montanier: «Mateu Lahoz es un gran árbitro» ¿Se acuerdan?

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